You are the eternal and unchanging God, the one who has been our dwelling place throughout all generations. As the verse this verse reminds us, our days may be just seventy years, or eighty if we have the strength, yet their span is but trouble and sorrow; for they quickly pass, and we fly away. In light of this reality, I pray for Your wisdom and guidance in living each day to the fullest, making the most of the time You have given me on this earth. Help me to prioritize the things that truly matter, to seek Your will in all that I do, and to live with a sense of urgency knowing that my time here is limited.
I ask for Your grace and strength to face the challenges and sorrows that come with each passing day. May I find comfort in Your presence and peace in knowing that You are with me, regardless of the trials I may face. As I navigate the fleeting nature of life, I pray for a heart of wisdom, a spirit of perseverance, and a deep trust in Your unfailing love. Thank You, Lord, for the gift of each day, and may I use it to honor and glorify You.
Señor,
Tu nos has enseñado a contar nuestros días, para que alcancemos sabiduría en nuestro corazón. Reconocemos que nuestro tiempo en la tierra es limitado, y que cada momento que vivimos es un regalo de tu gracia. Ayúdanos a aprovechar cada día con sabiduría, honrando tu nombre y viviendo de acuerdo a tus mandatos. Permítenos ser conscientes de la fragilidad de nuestra existencia, y guíanos para que usemos nuestro tiempo en la tierra para edificar tu reino y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Te rogamos, Señor, que nos des discernimiento para reconocer lo que realmente importa en la vida, y que no desperdiciemos nuestro tiempo en vanidades y pecados. Danos un corazón sabio y humilde, para que vivamos con la certeza de que nuestra eternidad está en tus manos, y que cada día que vivimos es parte de tu perfecto plan para nuestras vidas. Que cada momento que vivamos sea en tu presencia, y que caminemos en la gracia y la verdad que nos has revelado en tu Palabra. En el nombre de Jesús, Amén.
Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.